Cargar a un bebé en un fular es una práctica ancestral que ha sido utilizada en diferentes culturas alrededor del mundo. En occidente, durante los últimos años esta prenda ha ganado popularidad, gracias a los múltiples beneficios que ofrece, tanto para el bebé como para los padres. En este artículo te contamos más sobre esta prenda, para que conozcas todo lo que necesitas saber y puedas empezar a cargar a tu bebé en un cómodo fular.
¿Qué es un fular?
Un fular es una tela larga y flexible que se utiliza para cargar a un bebé o, a un niño pequeño, de manera que el peso del niño se distribuya en todo el cuerpo del adulto que lo lleva, en lugar de concentrarse en los brazos o en la espalda. Los fulares pueden estar hechos de diferentes materiales, como algodón, lino o seda, y pueden tener diferentes longitudes para adaptarse a la fisonomía del porteador y del bebé.
Beneficios de utilizar un fular
Los fulares son prendas muy prácticas para cargar a un bebé y te brindarán diferentes beneficios, en este artículo te contamos algunos de ellos para que te animes a utilizarlas:
- Fortalecimiento del vínculo afectivo: el contacto piel con piel es fundamental para el desarrollo emocional del bebé. Cargar al bebé en un fular favorece el vínculo afectivo entre el bebé y el cuidador, ya que el bebé se siente protegido y seguro al estar cerca del cuerpo de su cuidador.
- Favorece la lactancia materna: el contacto piel con piel que se produce al cargar al bebé en un fular también favorece la lactancia materna. La cercanía y el contacto con el cuerpo del cuidador estimulan la producción de leche materna y aumentan la frecuencia de las tomas por parte del bebé.
- Estimulación sensorial: el contacto con el cuerpo del cuidador y el movimiento que se produce al caminar o hacer actividades cotidianas estimula los sentidos del bebé, que experimentará diferentes sensaciones al estar en contacto con el cuerpo del cuidador, lo que favorece su desarrollo sensorial.
- Ayuda a aliviar cólicos y gases: cargar al bebé en un fular también puede ayudar a aliviar cólicos y gases. El movimiento que se produce al caminar y el contacto con el cuerpo del cuidador favorecen la relajación del bebé y facilitan la eliminación de gases.
- Mayor comodidad para el cuidador: cargar al bebé en un fular es más cómodo para el cuidador que cargar al bebé en brazos durante largos períodos de tiempo. El fular distribuye el peso del bebé de manera uniforme y evita la sobrecarga de los brazos y la espalda del cuidador.
- Mayor movilidad: el fular permite al cuidador tener mayor movilidad y realizar actividades cotidianas con más facilidad. El cuidador puede caminar, hacer las tareas del hogar o incluso trabajar en la computadora mientras carga al bebé en un fular.
- Seguridad: cargar al bebé en un fular es seguro, siempre y cuando, se sigan las recomendaciones de uso. El fular debe ser de buena calidad y estar bien ajustado al cuerpo del cuidador para evitar caídas o accidentes.
- Mayor desarrollo emocional: cargar al bebé en un fular le permite estar más cerca del rostro del adulto, lo que favorece la comunicación entre ambos y fortalece el vínculo emocional.
- Mayor desarrollo cognitivo: el bebé puede explorar el entorno desde una posición elevada, lo que le permite ver y escuchar todo lo que ocurre a su alrededor, lo que estimula su curiosidad y su desarrollo cognitivo.
- Mayor confort: el fular proporciona al bebé un soporte suave y cómodo que se adapta a su cuerpo, lo que le permite descansar y relajarse.
- Mayor libertad de movimiento: el fular distribuye el peso del bebé de manera uniforme por todo el cuerpo del porteador, lo que permite moverse con más libertad y realizar actividades cotidianas mientras se carga al bebé.
- Mayor discreción: el porteo en fular permite al adulto llevar al bebé de forma discreta y cómoda, lo que resulta especialmente útil en situaciones en las que no se dispone de carritos o en las que se desea mantener al bebé cerca.
Recomendaciones para utilizar un fular
Como te hemos dicho, los fulares son implementos muy útiles y prácticos, por lo que su uso suele ser muy recomendado. Por eso, acá queremos dejarte algunas recomendaciones que pueden servirte mucho:
- Aprende a utilizarlo correctamente: es importante que antes de utilizar el fular con tu bebé, te familiarices con su funcionamiento y aprendas a ponerlo correctamente. Para esto, ten en cuenta las instrucciones que se incluyen en el paquete o acudiendo a un especialista en el tema.
- Verifica la calidad del fular: es importante que el fular que adquieras sea de buena calidad y esté hecho con materiales resistentes y duraderos. Revisa las costuras, las hebillas y los cierres para asegurarte que están en buen estado.
- Elige el tamaño adecuado: el fular debe ser lo suficientemente largo para que puedas realizar los nudos correctamente y que el bebé quede bien sujeto y seguro. Es importante que consultes las medidas recomendadas para el tamaño de tu fular según tu estatura y el peso del bebé.
- Ajusta el fular correctamente: asegúrate de que el fular está bien ajustado y que el bebé está bien sujeto a tu cuerpo. Los nudos deben estar firmes, pero no demasiado apretados, ya que esto podría dificultar la respiración del bebé o causarle molestias.
- Mantén una buena postura: al utilizar un fular, es importante que mantengas una buena postura para evitar dolores de espalda o de cuello. Asegúrate que el fular esté bien ajustado y que el peso del bebé se distribuya de manera uniforme en tu cuerpo.
- Supervisa al bebé en todo momento: aunque el fular es una forma segura y cómoda de cargar a tu bebé, es importante que lo supervises en todo momento para asegurarte de que está cómodo y seguro. Revisa regularmente su posición y su respiración para evitar cualquier problema.
Recomendaciones para escoger un fular
Al elegir un fular, es importante tener en cuenta varios factores para asegurarse de obtener el adecuado para ti y tu bebé. Aquí hay algunas recomendaciones para ayudarte a elegir un fular:
- Tamaño: los fulares vienen en diferentes tamaños. Te recomendamos elegir uno que sea adecuado para tu altura y complexión. Si eres más alto o más pesado, es posible que necesites un fular más largo y ancho para que se adapte correctamente.
- Material: los fulares pueden estar hechos de diferentes materiales, como algodón, lino o bambú. Es importante elegir un material que sea cómodo para ti y tu bebé. El algodón es una buena opción para los climas cálidos.
- Estilo: existen diferentes estilos de fulares disponibles, como el tejido cruzado, el elástico y el mei tai. Cada uno tiene sus propias características y es importante elegir uno que se adapte a tus necesidades y preferencias.
- Peso del bebé: el peso del bebé también es un factor importante a considerar al elegir un fular. Algunos fulares tienen un límite de peso máximo, por lo que debes asegurarte de elegir uno que sea adecuado para el peso de tu bebé.
- Comodidad: es importante que tanto tú como tu bebé se sientan cómodos cuando usen el fular. Debe ser lo suficientemente firme para sostener al bebé de manera segura, pero no tan ajustado que cause incomodidad o dificultad para respirar.
¿Hasta qué edad se puede utilizar un fular para cargar al bebé?
La edad recomendada para utilizar un fular para cargar a un bebé depende de varios factores, incluyendo el peso del bebé, su desarrollo físico y la comodidad del portador. En general, los bebés pueden ser llevados en un fular desde recién nacidos hasta que alcancen un peso de alrededor de 15 kg, o cuando ya no se sientan cómodos en la posición del fular.
¿Es difícil aprender a usar un fular?
Al principio para algunas personas el proceso de aprender a usar un fular puede parecer intimidante o complicado, pero con un poco de práctica y paciencia la mayoría de las personas pueden dominar el proceso. La mayoría de los fabricantes y distribuidores de fulares proporcionan instrucciones detalladas con fotos o videos en línea para ayudar a los padres a aprender a usarlos correctamente.
¿Existen fulares ergonómicos para prevenir lesiones?
Sí, existen fulares ergonómicos especialmente diseñados para prevenir lesiones tanto en el bebé como en la persona que lo carga. Estos fulares suelen tener una estructura reforzada y un soporte adecuado para la cabeza y el cuello del bebé, así como una distribución equilibrada del peso en los hombros y la espalda de quien carga.